…ahora es Internacional Mexicano. Al sonoro rugir de la tuba, el bajo quinto y el acordeón, el género dejó de ser género y se convirtió en un estado de ánimo y una forma de sentir, difícil de etiquetar y encasillar, ahora es y será “Internacional Mexicano” ¿cómo harán los Grammys?
Fué en 2011 justo en el punto de quiebre y gran momento de los servicios de streaming cuando comencé a programar mi primera estación “Regional Mexicana”. Siendo mexicano, siempre estuve expuesto a los grandes nombres del género, pero estaba lejos de ser un experto en este formato. Chicago, uno de los mercados más importantes para la música mexicana en los Estados Unidos, y las expectativas de mantenernos como la emisora líder, me obligaron a estudiar a fondo la música, a los artistas y la manera en la que hasta entonces se había programado el formato en la ciudad de los vientos y en otras grandes ciudades.
Con la mera pasión por la música, el conocimiento de las metodologías de investigación, la mercadotecnia, y, sobre todo, el amor por mi cultura descubrí grandes canciones y a grandes artistas, pero sobre todo aprendí de la belleza y complejidad detrás de este estilo de música, de las grandes melodías y las hermosas letras, la poesía del pueblo escrita con recursos estilísticos y técnicos del más alto nivel acompañada de ejecuciones impecables. La complejidad de lo simple.
En ese entonces pensé que lo que conocíamos como Pop y Urbano en español se beneficiarían tanto de colaborar con estos talentos que una fusión de estilos y colaboraciones serían interesantísimos para la oferta de la radio y las plataformas digitales.
Fué el mánager de Wisin quién me presentó en 2015 su colaboración con la mismísima Banda El Recodo en una fusión Banda Urbana llamada “Las Fresas”, el corazón me brincó y me decía que era apenas el inicio de lo que hoy estamos viviendo, disfrutando y la academia calificando.
Regresando así al Latin Grammy, que importante momento para evolucionar y adaptar su sistema de calificación, que debemos comprender a fondo, para alentar, honrar, promover y monitorear el proceso en el que 4,000 miembros votantes definen la calidad y excelencia de nuestra música, independientemente del éxito comercial.
La representación de cada género va de la mano con la participación de los artistas y talentos creativos que la integran, son los expertos quienes tendrán que adaptarse, evolucionar y ampliar su criterio para darle relevancia y validez al Latin Grammy, porque es un reconocimiento que se otorga entre colegas y profesionales, que deberán estar al día sobre las tendencias y fusiones.
Habrá que reconocer y señalar la combinación, no solo de culturas, sino las técnicas de producción, fusión de instrumentos, lírica pop sobre un acordeón, el rap sobre un instrumental de banda, el tololoche acompañando un 808, una guitarra eléctrica reemplazando al bajo quinto.
Todo miembro y disquera tiene la posibilidad de inscribir producto. De acuerdo con la academia para esta edición se recibieron 18,000 que se tuvieron que etiquetar por género, y eso lo hace un comité de selección conformado por 300 de los 4000 miembros, quienes tendrán toda la presión y la cada vez más difícil tarea de categorizar y agrupar la música por géneros.
No es un tema de popularidad con el público y mucho menos lo debe ser entre miembros votantes, es un tema estrictamente de juicio y apreciación creativa entre colegas imparciales y objetivos, por eso no necesariamente gana el que más streams o followers tiene.
Después de esta etapa se envía todo el material para la primera ronda de votación de donde saldrán los nominados que serán sometidos a una segunda ronda final de votación, contabilizada y auditada directamente por la firma Deloitte, quienes pondrán los resultados en los sobres para que alguien anuncie: y el Grammy al mejor álbum Internacional Mexicano Banda Urbana del año es para . . .